Rutina, bendita rutina.

Necesito rutina. Pero no de esa tediosa y aburrida tipo oficina. Yo la quiera de la buena. Rutina de póquer.

Porque hasta que no consiga habito de póquer no podre despegar de nuevo. Llegas del verano, que hoy estas Cuenca y mañana en Cuenabres, Que hoy te levantas a las ocho y mañana las dos y media. Y así no hay que juegue. Ni lea. Ni nada que se le pueda parecer.

Necesito un horario. Todos los días tal hora, mesas de póquer. Así dicho puede sonar a coñazo. Pero no. Es una de esas obligaciones que a mi por lo menos me divierte. Pero tengo que sacarle tiempo. Porque con el caos de semana que llevo, no hay manera. Como esas series de la tele que estas casi obligado a ver.

Como este fin de semana toca descanso, esto ya tendrá que ser el lunes. Mientras tanto 0.02/0.04. Fácil y sencillo, para toda la familia.